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El conventillo de la paloma

Para ir entrando en clima...

Otra vez, tras largo sueño,

con su embrujo y su beleño,

vuelve el sainete porteño,

alegre y sentimental. 

Como en sus noches mejores,

abordar viejos primores

y a reavivar los colores

de la gama natural.

Y puesto que en toda era

no hubo ni habrá otra manera

de reir ni de llorar,

tiende mis alas el sueño

de que el donaire porteño

vuelva este día a encontrar

a través de la distancia

como ayer, su resonancia

en la emoción popular.

Ya se prestan a dar brillo

al alegre conventillo

los chicos de la escuela 7

después de tanto ensayar

dando vida a personajes

de esta tierra y de ultramar.

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